miércoles, 28 de marzo de 2012

Paté de perejil

Desde que soy flexitariana, mi padre se está convirtiendo en un auténtico chef de la cocina veggie para hacerme comiditas ricas cuando voy de visita (¡gracias, papá!). Esta es la adaptación de una receta que me dio él, la cual a su vez es una adaptación de otra receta de Mónica, una amiga y colega de mi madre. Gracias a los tres por las sucesivas versiones y por el boca a boca. Espero que os guste.


PATÉ DE PEREJIL


¿QUÉ LLEVA?
  • Media tarrina de queso de untar (yo lo pongo light)
  • Dos manojos de perejil (o media bolsa de perejil del Mercadona)
  • Dos dientes de ajo
  • Un puñadito de avellanas (como unas 10)

¿CÓMO SE HACE?

Más fácil imposible: se echa todo a la picadora, y a picar hasta que quede cremoso. Ojo que vuestra picadora sea capaz de triturar las avellanas; si no, hay que echar mano del mortero y tal vez sustituirlas por nueces o anacardos, que son más blanditos y se machacan mejor. Si no queda muy verde, necesitas añadir un poco de perejil.


TRUCOS:
  • Si quieres una versión vegana, sustituye el queso de untar por medio bloque de tofu blando, un buen chorretón de aceite de oliva virgen, unas gotas de limón y un pellico de sal.
  • Si te gusta más consistente, prueba a echar una cucharada de lecitina de soja.
  • Si por el contrario te gusta más cremoso, prueba a echar un chorrito de aceite de oliva virgen.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Redondo de seitán (vegano o vegetariano)

¿Te encanta el redondo pero no comes carne? ¿O tienes demasiado colesterol? Entonces esta receta te va a encantar; es un poco trabajosa pero los resultados son espectaculares.

¿QUÉ LLEVA?


Para el rollo de seitán:

  • 2 unidades de gluten de trigo 
  • 1/2 unidad de copos de avena
  • Un puñado de nueces bien machacadas 
  • Especias al gusto; yo pongo: ajo y cebolla en polvo, pimienta molida, pimentón de la Vera abundante, orégano, perejil, sal.
  • 2 unidades de agua tibia
  • 1 chorretón de salsa de soja (opcional)
Para el relleno; a elegir los ingredientes que queramos entre, por ejemplo:
  • Pimiento morrón en tiras
  • Setas de cardo untadas de aceite
  • Cebolla en trocitos
  • Queso en daditos (para los veganos, se puede sustituir por tofu duro marinado en una mezcla de aceite de oliva, levadura desamargada de cerveza, y sal)
  • Huevo cocido troceado (los veganos pueden eliminar esta opción o sustituirla por tofu blando)
  • Zanahoria en tiras
  • Aceitunas picadas
  • Champiñones laminados
  • Ajo laminado
  • Guisantes
  • Maíz
Otros ingredientes:
  • Aceite de oliva y salsa de soja (para el agua de la cocción).
  • Sal y especias al gusto (no demasiadas porque ya llevamos las del seitán; un poco de sal y pimienta molida puede ser suficiente)
Material adicional:
  • Un paño fino de algodón o una gasa grande.
  • Hilo para cocinar.

¿CÓMO SE HACE?
  1. Mezclamos bien los ingredientes sólidos del rollo: gluten de trigo, copos de avena, nueces machacadas y especias.
  2. Agregamos un chorretón de salsa de soja y vamos añadiendo el agua tibia hasta que la masa coja consistencia y se convierta en una sustancia densa y elástica; si se rompe con facilidad al sostenerla en el aire, añadimos un poco de gluten, mientras que si es demasiado rígida como para trabajarla tenemos que agregar un poquito más de agua.
  3. Mientras tanto, ponemos a hervir una olla grande con agua.
  4. Extendemos el paño o la gasa sobre una superficie bien seca, y colocamos encima la masa de gluten, trabajándola con las manos poco a poco hasta conseguir un rectángulo mediano, no demasiado grueso.
  5. Colocamos los ingredientes que hayamos elegido para rellenar el redondo (yo he puesto los que habéis visto, pero con imaginación se llega muy lejos, experimentar es siempre una buena opción). Cuidamos de que no sean excesivamente abundantes ni lleguen exactamente al borde.
  6. Hora de cerrar el redondo. Levantamos uno de los laterales largos del paño para doblar el redondo sobre sí mismo hasta la mitad; la sujetamos con los dedos o bien con unos palillos, y levantamos el otro lateral largo del paño para cerrar la otra mitad del redondo colocándola por encima de la parte que tenemos ya enrollada (si hemos usado palillos, que no se nos olvide quitarlos!!!).
  7. Hora de empaquetar. Sin levantar el redondo, ajustamos bien el paño que hemos usado para doblarlo hasta dejarlo bien envuelto. Entonces, con el hilo de cocinar, cerramos bien los extremos del paño, y vamos enrollando el hilo alrededor del redondo; lo mejor es extender el hilo y hacer girar el redondo por encima ejerciendo presión con las manos para que no se nos desmonte. Está claro que este es el paso más delicado y pringoso del proceso.
  8. Si el agua de la olla ya está hirviendo, añadimos otro chorretón de salsa de soja y una cucharada de aceite de oliva y echamos el redondo bien atado, con cuidado de no dejarlo caer para que no se rompa ni nos salpique el agua hirviendo (podéis ayudaros con la espátula). Si hace falta, añadimos agua para que el redondo quede lo más cubierto posible.
  9. Dejamos hervir a fuego medio-bajo durante una hora, agregando agua si hace falta; entonces le damos la vuelta al redondo y dejamos hervir otra hora más. En total, dos horas.
  10. Sacamos el redondo y lo dejamos escurrir en un colador de verduras, de los grandes, con algo de peso encima (por ejemplo una fuente de cerámica; no demasiado peso o el redondo se aplastará). Lo dejamos 20 minutos por cada lado.
  11. El caldo podemos congelarlo. No es demasiado sabroso pero tiene proteinas, y puede servir para hervir pasta o arroz, siempre teniendo en cuenta que va a haber que aliñarlo porque no es un caldo para dar sabor sino sólo para alimentar.
  12. Personalmente suelo dejar el redondo en la nevera toda la noche y comerlo al día siguiente porque se corta mucho mejor frío, y las rodajas se calientan bien en un microondas o en una sartén; hay quien prefiere dejarlo enfriar y al día siguiente gratinarlo al horno antes de servirlo. Esto queda ya a vuestra preferencia y a vuestra experiencia.
¡Que disfrutéis!